viernes, 4 de enero de 2013

Sumando kilos demás


La mayoría de las personas nacemos con un peso bastante normal, por lo general, vamos ganando kilos extras a lo largo de la vida. En estos tiempos, la obesidad se ha convertido en un tema no menor, ya que las estadísticas señalan que existe un alto porcentaje de personas que están pasando a engrosar la lista de los que tienen sobrepeso u obesidad. Pero, ¿por qué vamos incorporando peso con los años?

Esta es una pregunta que cada vez más personas se pueden hacer y también existen muchas respuesta a la misma. Lo más común es escuchar que la ingesta alta de comida o de una dieta desequilibrada es la responsable de aquellos kilos demás. Sin embargo, todos conocemos personas que pueden ser muy buenos para comer y nos sorprende que sean delgados y con un peso normal. Esto deja en evidencia que no solamente se trata de comida.

Existen varias razones por las que vamos incorporando peso, pero todas pasan por las emociones relacionadas con la protección. Las respuestas emocionales a la interacción con otras personas tiene un efecto directo sobre nuestro peso corporal. El aumento de la capa de grasa se relaciona directamente con la necesidad de querer sentirse protegido y en forma simbólica buscamos la manera de cubrir aquella necesidad con la grasa que se acumula en el cuerpo.

Si tienes un peso más elevado  del que corresponde a tu talla, comienza a darte cuenta de que no estás siendo completamente libre de la opinión de los demás, especialmente en lo que se refiere a querer sentirte a salvo y que toda terapia que tiene el objetivo de hacerte bajar de peso, tendría que orientarse a trabajar ese tema en ti.

Si tu peso te incomoda, es porque claramente estas teniendo una respuesta emocional errada o exagerada frente a las circunstancias que pueden atemorizarte o hacerte sentir mal. Es evidente que aprendiste un modelo de respuesta que no es el más adecuado o insuficientemente alineado a lo que eres verdaderamente. Sin darte cuenta aceptaste aquellos modelos que no te corresponden, porque ningún ser humano tiene derecho a sentirse más desprotegido o en riesgo.

Siendo aun pequeños, aceptamos sin filtro, los modelos que vemos en los adultos que nos rodean. Afortunadamente podemos comprender cuales son aquellas ideas y aquellas emociones que no favorecen el perfecto equilibrio. Estas ideas y emociones tendrían que alinearse bajo el dominio de tu ser espiritual para que puedan encontrarse en equilibrio. Si nos alejamos de este equilibrio, observamos los resultados en el peso del cuerpo.

La mayoría de las personas aumentan su peso con los años y no son los años acumulados los responsables de esto, sino,  la acumulación de emociones. Las personas mayores tienen la tendencia a ir almacenando experiencias complicadas que no son comprendidas en profundidad y las emociones asociadas a estas experiencias son las responsable del aumento de su peso. Los niños o jóvenes con obesidad son aquellos que a su corta edad ya cargan con suficientes cantidad de energía estancada por modelos de respuesta a su medio aprendidos de sus padres o de los adultos que los rodean.

El mejor tratamiento para la obesidad consiste en la introspección guiada para dar luz a aquellas zonas que se encuentran temerosas. Estos tratamientos tendrían que sostenerse en reforzar el valor personal, en el reconocimiento de los derechos divinos de cada cual y en el amor a sí mismo.

Me es muy extraño observar que tantos tratamientos para el sobrepeso se encuentren basados en la culpa y motivados por la vergüenza. Por lo general, se estimula a un obeso para que haga extremos esfuerzos en controlarse y en sacrificarse para lograr dejar de comer o de exigirse con pesadas rutinas de ejercicios. Se utiliza estrategias que son justamente los motores de la creación de la obesidad y no es extraño que los resultados de tales iniciativas tengan un muy bajo porcentaje de éxito.  En la TV se presentan programas dedicados a este tema donde se desafía a las personas a utilizar su fuerza de voluntad para lograr algo que les resulta muy doloroso.

La obesidad requiere atención, requiere comprensión, requiere entendimiento y por sobre todo requiere honrar a ese ser humano que está en camino a lograr su equilibrio espiritual, de su mente y sus emociones.
Nadie necesita ser presionado y menos una personas que ya se ha sentido así por tanto tiempo. La presión que la misma persona se ha ido generando, hace que el problema siga en aumento en vez de retroceder. Un acercamiento a las solución definitiva pasa por comprender qué es en definitiva lo que esa personas teme  y demostrarle que se encuentra a salvo y libre para que lo acepte en su corazón.

Patricia González.

Tu Coach para realizar los cambios que deseas


Recibe artículos de salud en tu correo electrónico suscribiéndote al: blog de salud

SERVICIOS:  Coaching -  Consulta Virtual